Hoy he tenido, durante todo el día, la sensación de que estaba nadando en el Lago Ness, esperando que cualquier momento llegara Nessie, y me sorprendiera con una batida de cola y me lanzara a la otra punta del Universo. Casi ha sido peor que haber recibido la embestida. Cada brazada era en falso. Cada gota de agua avanzada no era sino un tropezón. La posibilidad de dar a conocer mi paradero a este monstruo que nunca llegaba. Angustioso. Al final, exhausto de brazadas y brazadas, he decidido que no me podía pasar nada peor que lo que ya estaba pasando: nadar con miedo. Así, Nessie y yo nos hemos hecho amigos y nos hemos aceptado el uno al otro en el lago. Gracias A. por darme el camino y marcar la referencia de por dónde cubría menos...
20050706
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario