
Es precioso. Como véis, tiene una forma sospechosa. De hecho, aunque parece un artilugio sencillo es absolutamente sofisticado. Viene provisto de un émbolo (os pongo fotografía del aparato cerrado a la izquierda y abierto a la derecha) que insufla aire, y al apretar el botoncito -que no baja como en un aerosol normal) sale aceite para que la cantidad justa Y NI UNA SOLA CALORÍA MÁS vaya a parar a tu ensalada o a tu carpaccio de champiñones. Todo controlado. Ya no podré prescindir de él. Es de esas cosas que debes tener de repuesto, por si acaso... ¡Se acabaron los chorretones de aceitazo en el tomate y los autoengaños! Si quieres delgadez extrema la tendrás. Además, mantiene el aceite al vacío, con todas sus propiedades, lo pone en la caja.
Por cierto, la foto la he hecho utilizando como fondo, el último catálogo de Carles Congost "Say I'm your number One", que no te puedes perder. Es el reverso de la portada y la contraportada, en el que hay un collage con un montón de caras conocidas. Además incluye un CD con los mejores temas del CongoSound...
Como inicio de petardeo no está nada mal, nena. Feliz verano y feliz dieta con vuestro nuevo aliado.
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