Muy bien también en el plástico y, por supuesto, fantásticas las tapitas, como siempre -así nos estamos poniendo, madremíademivida-. En fin, nos queda el resto del año para pasarlo a dieta.
Como siempre, gracias Luis por dejarme dormir en el coche por el camino, por cuidarme tanto y por hacer que fuera otro fin de semana tan especial.
Gracias especiales por dejarme atar el globo al picaporte del coche, que casi nos cuesta dormir en el calabozo con cien puntos menos de carnet.
Seguiremos volviendo a León porque hay mucho que ver, y sobre todo, que hacer por allí.
Si el tiempo no lo impide, claro está.
No hay comentarios:
Publicar un comentario