Con la promesa de volar volando a Conpenhague, cerramos tabulas rotondas para meternos de cabeza en el circolo degli artisti, no sin algo de paura, porque era lo que tocaba.
¿Lo mejor? estar en el Laurentia, a solo cinco minutos de Termini, siempre una ventaja para los traslados. Claro, que las distancias son siempre una cuestión subjetiva.
¿Lo peor? cientos de cosas... no ser Amelie ninguno de nosotros, la teoría del pulgar, no haber pedido patatas fritas en ningún momento, la ausencia de desayuno salado en el hotel primero y haber viajado rodeado de mis favoritos... pero claro, no se puede tener Todo Siempre. Hace tiempo que dejé de fantasear con la felicidad completa.

Varios de mis objetivos se han cumplido con este viaje. No todos, pero sí bastantes. Esperemos que Dinamarca nos ayude a completar la lista de añoranzas y nos colme de felicidades, antes de que, sin remedio, decidamos comprarnos todos una mascota. Chicos, por favor, hacedme la transferencia pronto, que estamos a finales. Un baccio piu forte.
1 comentario:
maravillosa roma.ciudad eterna?(si esta en ruinas¡¡jeje)
gracias,otra vez y hasta 1000 +
lo mejor TU.por vacilar de nuestra amistad.por saber como vivir la vida en todo momento.ni carbonara ni plazas,lo que mas me gusto de roma es verte en ella.
contento de conocer a los compis de viaje,espero q se repita mas encuentros.
arriba el pulgar¡¡en señal de OK
Publicar un comentario