Irreflexiones [9] Cómo hacer sushi

Dispóngase de un domicilio adecuado, preferentemente con cocina amplia. Si no dispone de una, proceda a tirar un par de tabiques ayudado por unos inmigrantes económicos que no hayan salido del hoyo todavía -de paso puede Vd. optar por redecorar su vida con dos cojones-. Una vez realizado, localice a tres amigos, cuanto más cansados y hastalasnarices mejor, e invíteles a la cena (sin ninguna garantía de que ésta llegue a buen fin). Prepare hoja de ñori, arroz redondo, vinagre de arroz, y todas las porquerías que decida poner dentro del royo. Hágase unos cuantos cigarros de la risa para acompañar, y permita que rule mientras sus amigos se comen el relleno con las dos manos sin que Vd. se dé cuenta. Prínguese las manos para hacer los choricillos negros, hasta el codo y decida que la cocina japo no es su fuerte.

Fría unas empanadillas (o unos huevos fritos) y prepare distintas salsas (una tiene que picar mogollón, no se olvide). Saque palillos chinos, comprado en los chinos de abajo.

Siéntense a la mesa una vez fracasado el plato y saque dos bolsas de pipas: una de tijuana y otra de chimichurri -la tercera, que era de beicon, se cayó detrás de la lavadora, por el moco-. Hablen sin parar como de costumbre, trónchense de risa y haga exaltación de la amistad por lo bajinis, como una especie de examen de conciencia compartida.

Decida que los royos estaban cojonudos, que tienen que repetir estas cosas tan absurdas más a menudo y que un martes puede ser un día fantástico si le pasan esta receta.