
Inesperados.
Absolutamente cotidiano el primero y próxima
Jopelines.
Con este lío que yo he tenido siempre de hermano mayor y pequeño, he cogido los trastos y he pasado a casa sin palabras. Sin saber bien qué decir, qué hacer, ni cómo comerme la suerte que tengo –una vez más-.
Allí estaba la necesidad de cambiar, de buscar el resorte que yo aprecio a veces, para hacer que lo malo se convierta en bueno, y que lo triste se agote un día, casi por extinción. Tantos años. Tanto tiempo. Te mando un beso fuerte, y el compromiso de intentarlo fuerte, fuerte. Para seguir pasándonos el testigo, como acostumbramos entre todos. No sé si puedo prometer todavía coger el teléfono siempre, pero al menos, devolver las llamadas en el día. Muchas gracias. Muchos besos y un abrazo azul, como un cielo. Que nos envuelva por un rato largo. Apacible.
7 comentarios:
Preciosa reflexión...ojalá alguna vez recibiera un mensaje tan bonito como éste. Mil millones de besos desde la empatía más absoluta
Mari, supongo que tú tienes también estas gentes, que te dejan cosas colgadas en la puerta, en la vida. No te puedes imaginar mi cara ayer, al llegar a casa. Soy un puto afortunado. Tengo lo mejor de lo mejor. David es de lo mejor. Besete.
Churro, pues la verdad es que por ahora no he tenido nada en mi puerta, pero seguro que si le pongo energía llegará...confío en ello. mil besos
confía, confía... mírame a mí.
QUE BONITO, MUCHAS GRACIAS WAPO, ACABO DE LEERLO... MIRA QUE MANERA MAS CHULA DE EMPEZAR LA SEMANA QUE GUAY...
BESOS GRANDESSSSSSSS
Ai pero que bien escribe mi niño!!!
Y que bonita la foto!
muchos besos amore!!!
tati
Guapa!!!!!, que me han dicho que os marcháis de Madrid...
Bueno así podemos ir a veros donde estéis. Id preparando un jergoncillo que vamos para allá. Besetes. Espero que nos veamos antes de que os marchéis definitivamente.
Publicar un comentario