Décima tercera sesión. 80 minutos. La Dra. O. no me gusta tanto como B., pero aún así, hoy quedo algo más satisfecho con la sesión. No me gusta que me ponga pinzas en las piezas porque parece que van a saltar por los aires, y no me gusta que me ponga el plástico para aislarla porque imagino la pieza saliendo por el agujero y debe ser horrible. Hoy R. ha estado apostando decididamente por este cliente que soy yo: "Hoy he visto una dentadura preciosa que hemos puesto, como la de Isabel Preysler. Mira que he visto dientes bonitos, pero éstos eran perfectos". Rápidamente levanto el dedo en medio del proceso de endodoncia, como pidiendo otra para mí. "A tí te quedarán geniales también". Jujanea un poco más por el gabinete, y pregunta a la Dra. "¿Quieres que te ayude en algo?" a lo que ella responde "¿a qué me vas a ayudar?". Yo en medio con todos los cachivaches puestos, sonreía de oreja a oreja, sacando mis comisuras por los lados del plástico azul. Ha sido una consulta muy divertida, a pesar de no haber tenido resultados estéticos. Tengo ganas de volver la próxima semana, aunque igual se me pasan porque tengo consulta martes, miércoles y jueves... Tomo nueva cita con la Dra. B. para la otra, pero me dice que solamente una más para ver cómo va el proceso. ¿Quiere eso decir que ya se ve la luz al final del túnel?
Dolor: **
Tiempo: ***
Resultado: *
Sacrificio: **
Espera: *
Desesperación: **
Deseo de suicidio: *
Tiempo acumulado: 950 minutos.
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