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Barcelona [II]... por no parar
Viaje relámpago. Negocios. AVE. Dalequetepegodalequetepego. Llegando. Móvil. Móvil: ¿Dígame? Un cura paliza no hace más que hablar a gritos con su teléfono de tapa activa. El alzacuellos a medio poner, y un pudor compartido en el vagón. Cama. Atocha. Sants. Avinguda Diagonal. Desayuno. Sants. Atocha. Casa. A toda prisa, como un viaje furtivo. BarnaMadridBarna. Vuelvo a estar aquí, después de haber reusado pasar los últimos minutos de minutos caminando por el centro. Plaza de la Universidad. Plaza de Cataluña. Rambas. Gótico. Gótico. Sueño, reclamaciones en RENFE y vuelta a casa. Un viaje pequeñito. Casi rehusado. En casa...
2 comentarios:
Reclamaciones mil!todos los días de nuestras vidas,al menos así las estoy viviendo en los últimos meses (Iberia,BBVA, Telefónica, EMT, etc). La "reclamación" es un signo de madurez demnocrática y si no, que se lo digan a los ingleses que aman las "complaints". Menos estrés!.milbesos
¡Sí señora! Soy un defensor de las reclamaciones. Desde siempre. Con cariño y entendiendo las reglas del juego. Para todos. Besitos.
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