Supimos disfrutar mientras hacíamos planes. Quizá ya entonces sabías que ninguno de ellos iban a llegar a realizarse, pero estuvo bien.
Escribo ahora este post, después de tener la seguridad de haberme portado bien contigo y de haberte hecho concesiones muy difíciles para otros. Sin rencor. Sin daño. Con el deseo de encontrarnos algún otro día y sonreírnos. Quizá entonces me cueste menos entenderte, con una implicación menor.
Fue divertida la sesión de fotos y las sidras baratas. Cada uno seguimos rumbo hacia adelante, aunque yo un poco enlentecido. Todavía.
Escrito ahora este post con la esperanza -todavía- de que lo leas y me pongas un mensaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario