20081204

Oviedo... por no parar

Escribo este post retrospectivamente, ahora que puedo, y que debo hacerlo. Fue aquel viaje a Oviedo un regalo para los dos y la posibilidad de volver a jugar con un destino con el que no contaba. Volví a sentirme de alguna forma importante para alguien a ese nivel que reconforta sin hacerte descarrilar. Creo que aquellos días nunca fueron reales y que, de alguna manera los dos lo sabíamos desde el principio. Pero fue divertido intentar lo que intentan todos con buenos resultados, como asomarme a una película y entrometerme en la historia de su protagonista.
Supimos disfrutar mientras hacíamos planes. Quizá ya entonces sabías que ninguno de ellos iban a llegar a realizarse, pero estuvo bien.
Escribo ahora este post, después de tener la seguridad de haberme portado bien contigo y de haberte hecho concesiones muy difíciles para otros. Sin rencor. Sin daño. Con el deseo de encontrarnos algún otro día y sonreírnos. Quizá entonces me cueste menos entenderte, con una implicación menor.
Fue divertida la sesión de fotos y las sidras baratas. Cada uno seguimos rumbo hacia adelante, aunque yo un poco enlentecido. Todavía.
Escrito ahora este post con la esperanza -todavía- de que lo leas y me pongas un mensaje.

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