Esta mañana: llego al trabajo (dormido), entro en el portal. Llamo al ascensor. Llega. Abro la puerta grande. Abro las dos puertas pequeñas de acceso a la cabina. Cierro la puerta grande. Cierro las dos puertas pequeñas. Miro el ascensor y me parece más oscuro. Caoba. No me suena. En esto llego al cuarto (mi planta). Abro las dos puertas pequeñas de acceso a la cabina y... ¡zas! me doy cuenta: el ascensor del edificio donde trabajo tiene las dos puertas pequeñas de acceso a la cabina automáticas. Simplemente, me había pasado de largo el portal y estaba en el siguiente.
¿Véis esto? en mí es algo cotidiano. Forma parte de mi deseo inconsciente de salir de la rutina.
Qué queréis, me apetecía trivializar un poco hoy.
1 comentario:
Trivializar... puede ser una bonita palabra para decir que no has tenido las horas de sueño necesarias para que tu cerebro siga la rutina necesaria para llevarte sin pensar hasta la silla de tu trabajo... Moraleja hay que dormir más para llegar a tu trabjo sin pensar, y si es con algo distinto al "Gelocatil" en polvo mejor...
Besos, Alfonso.
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