
Cándido. 56. Caballero discreto, limpio y aseado. Dispongo de lugar de encuentros para ratita presumida. Juntos podemos escribir cuentos y fábulas para contar. Nos lo pasaremos bien juntos. No importa edad si a ti no te importa. No te arrepentirás. Tengo casa en Santapola y coche. Deja que pasemos unas noches inolvidables. Prueba y veras lo que es bueno. Funcionario. Seré tu ratoncito...
2 comentarios:
Pues tié usté algo que no sé, un no se qué que me deja balbuciendo... Mire que me gustan los ratoncitos, y no es porque no tenga yo vocación de quesito con fecha de caducidad (me han desenvuelto tantas veces para luego ná de ná.) Ya le digo que usté tié su aquel, me conmueve su jersey evomorales con caspita al hombro, su lente-mil-aumentos, su raya a la derecha (desde aquí) como tié que ser. Y ese gesto entrañable de "Ven pa´ca" esbozado en su sonrisa na más abrir la puerta y entrar el rantoncillo, uy, uy...
Voltaire, autor de Cándido o el optimismo.
Pues nada, Voltaire, autor de Cándico -qué casual, ése es mi nombre-; que si caduca usted, no lo dude, que esto de los contactos es para probar antes de que sea demasiado tarde. Hay que aprovechar nuestra juventud, efímera y traviesa. Pongo a su disposición mis virtudes y mi casa en Santapola desde ahora mismo, tal y como prometo. Y como anuncio, no le defraudaré...
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