20091108

Tiempo de cambios

Cómo ser, en un solo instante, mucho más consciente del invierno, más allá del frío o de la lluvia, de la gente que se arrima a las fachadas caminando o de los niños que salen del colegio. Cómo echar de menos el camino a casa desde el parque cuando con siete años pensabas que ser mayor era poder pasar en cada tienda después de pararte en el escaparate para comprar aquello que habías deseado durante minutos interminables. Cómo dejar aparcado en un desván aquello que hasta hacía poco había sido imprescindible y de pronto debe pasar a formar parte de otra cosa. De un no saber bien qué. Quizá nada. Tiempo de cambio a mi alrededor. Tiempo de soltar, de dejar. De ser dejado. También tiempo de dudas que se me escapan entre los sueños sin dejarme ser. Sin dejarme estar tranquilo. Momentos de hacerme nuevamente un ovillo, cuando es invierno, más que nunca y me destemplo porque las puertas se me han quedado abiertas de par en par en un descuido. Ahora toca abrigarse con lo que haya. No perder el ritmo y convertirse en algo distinto con lo que vaya quedando, que no es poco por otro lado. Disfrutar con el cambio y como siempre, mirar el paisaje a mi alrededor. Respirar hondo. Respirar como si me fuera la vida en ello...



No hay comentarios: