Con un sencillo gesto se acopla sobre la vitrocerámica y simplemente, sobre ella, dispones todo lo que estés dispuesto a degustar: carnes, pescados, mariscos, huevos en tortilla, verduras... cualquier cosa que pase de tu imaginación a tu paladar. Repito: SIN aceite. ¿Quién necesita aceite a estas alturas del verano? solamente los adolescentes, sobrados de inconsciencia y ajustados en grasas y tejido adiposo (lo cual no es nuestro caso).
Nuestro complemento ideal al difusor de aceite, cuando estrictamente, no haya remedio.
3 comentarios:
Cierta instalación que vi hace tiempo en la Casa Encendida, representaba, mediante la imagen de un vídeo de canicas en una bandeja oscilante, unida a unos cascos que lanzaban música de "after", algo que recordaba al público de las célebres sesiones matinales de Ibiza. Ahora, al ver la fotografía de esa plancha que expones, me viene un recuerdo más calmo de ensenada marítima, con cautos bañistas fundidos en bañador de época, con su coreografía colosal de cuerpos tostados, y al tiempo, el sol fundido en un extremo, alumbrando a las petulantes y espigadas jóvenes con su risita estival.
Sé por dónde vas...
¡Es que desde que me operaron la miopía todo lo que veo es trastorno! Me ha quedado un restillo de la mirada impresionista -ojalá- de un Juan Ramón.
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