20081012

Irreflexiones [15] Mi tartera aliada

Cuando volví de Brasil, inmediatamente después de haber estado en Buenos Aires, decidí ponerme a dieta, para quitarme los 9 Kg. que me sobraban. Cuatro meses después, estaba en el peso deseado. Fea de delgada...
La plancha maravillosa fue una de mis aliadas, y el difusor de aceite también. Además eliminé los hidratos de carbono y cambié la carne por el pescado (quién me lo iba a decir a mí...). Nada de bebidas carbonatadas ni de azúcar. Una dura prueba superada con éxito.

Ahora me encuentro en esa eterna fase que podríamos denominar "dieta de mantenimiento". No estoy dispuesto a volver a los tiempos en los que no me podía poner mis camisetas favoritas.

Pues bien, aquí está mi nueva aliada: la tartera. Nada de comer en restaurantes a diario, como hacía antes. Esta fiambrera, de dimensiones minúsculas, contiene la cantidad justa de alimento que me ayudará a mantenerme. Además de un diseño estupendo, tiene dos compartimentos, uno un poco más hondo, para el segundo plato, y otro con menos fondo, para el primero. Además, incluye un separdor para este último, por si quiero llevar disintos alimentos en el mismo cacharro. Una delicia. Lo remata una cinta negra que hace que todo quede sujeto y no se desparrame por la cartera que llevo al trabajo. Y para colmo, me cabe un cracker bajo la tapa transparente que lo compacta todo. Definitivamente, esta solución de Muji, me ayudará a seguir siendo feliz.

Aquí tenéis unas fotos con la comida de mañana: champiñón salteado y mi famosa ensalada tandori de garbanzos. Buen provecho.

2 comentarios:

natxolavapies dijo...

Hay una cosa que no comprendo: ¿por qué el compartimento más hondo para el segundo? Yo creo que el más hondo para la sopita o las legumbres con su caldito, lo que viene siendo el primero, ¿no?.

Llévatela a Sevilla "y me cuentas" qué opinan allí del asunto.

Besos irreflexivos

Asociación Haz dijo...

Las ensaladas son la amargada base de cualquier dieta, eso lo sabe todo el mundo, Nacho. En Sevilla, por otro lado, y hasta la adjudicación del concurso, no tienen que sospechar de mis excentricidades. Después, si te haces cargo del proyecto, y decides vivir allí (aquí) podrás enseñarles a todos este post.
¿Me parece a mí, o ya va siendo hora de que nos veamos un ratito?
Besos